AMOR ARDIENTE

La señora, dio cuatro pasitos desde la cama al baño, y ahí empezó la tragedia.
Primero fueron unas pequeñas convulsiones, siguieron las flamitas azuladas entre sus piernas, y por último, el desmayo y la gran combustión.
Su marido -también de 72 años de edad- permanecía observando todo pero sin poder hacer nada.
Cuando su amada esposa, ya era un montoncito de cenizas grises y humeantes,
Don Gumersindo, después de tapar su desnudez con una toalla que permanecía en el piso, decidió llamar a la policía y al Cuerpo de Bomberos.
Eso que ven en el centro de la habitación - les dijo señalando con el dedo índice derecho - son los restos mortales de mi mujer.
La mujer más maravillosa y caliente que jamás existió en este planeta. Y ya no pudo resistir tanta presión emocional. El llanto y la tristeza, acompañaron al Sr. Gumersindo durante el resto de su vida.

Comentarios

Julio ha dicho que…
Aún no salen flamas azules de mi cuerpo, pero poco falta... ja, ja, ja.

Me hiciste sonreír, gracias por alegrarme el día.

Un beso
_+*+_ AFR _+*+_ ha dicho que…
Que a los 72 años se ame así a su mujer, como para llorar toda la vida, es muy bueno. No se lamenta sólo por erotismo, sino por amistad, por compañía, por complicidad.....

Saludos
இலை Bohemia இலை ha dicho que…
Esta historia echa humo...jejejeje

Un beso querida Fatty y gracias siempre por estar...

:o)

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