Romance

Qué linda cara que tienes,
válgate Dios por muchacha,
que si te miro, me rindes
y si me miras, me matas.
Esos tus hermosos ojos
son en ti, divina ingrata,
harpones cuando los flechas,
puñales cuando los clavas.
Esa tu boca traviesa,
brinda entre coral y nácar,
un veneno que da vida
y una dulzura que mata.
En ella las gracias viven;
novedad privilegiada,
que haya en tu boca hermosura
sin que haya en ella desgracia.
Primores y agrados hay
en tu talle y en tu cara
todo tu cuerpo es aliento,
y todo tu aliento es alma.
El licencioso cabello
airosamente declara,
que hay en lo negro hermosura,
y en lo desairado hay gala.
Arco de amor son tus cejas,
de cuyas flechas tiranas,
ni quien se defiende es cuerdo,
ni dichoso quien se escapa.
¡Qué desdeñosa te burlas!
y ¡qué traidora te ufanas,
a tantas fatigas firme,
y a tantas finezas falsa!
¡Qué mal imitas al cielo
pródigo contigo en gracias,
pues no sabes hacer una
cuando sabes tener tantas!
****Juan Bautista Aguirre (Jesuita y Poeta Ecuatoriano)****

Comentarios

Esther ha dicho que…
¡Qué super poema! ¡Me encantó! Muy pasional también. Pensé que ojalá me escribieran algo así y fuera de verdad ¡me hizo volar!

Un saludito.

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