Yo soy, yo soy el día, soy la luz. Por eso tengo deberes de mañana, Trabajos de mediodía. Debo andar con el viento y el agua, abrir ventanas, echar abajo puertas, romper muros, iluminar rincones. No puedoquedarme sentado. Hasta luego. Mañana nos veremos. Hoy tengo muchas batallas que vencer. Hoy tengo muchas sombras que herir y terminar. Hoy no puedo estar contigo, debo cumplir mi obligación de luz: ir y venir por las calles, las casas y los hombres destruyendo la oscuridad. Yo debo repartirme hasta que todo sea día, hasta que todo sea claridad y alegría en la tierra.
El secreto de la felicidad no está en obtener lo que anhelamos, sino en amar lo que tenemos. No en lo que pedimos a la vida, sino en lo que ésta nos otorga. Es la dicha escondida de agradecer al mundo todo lo simple y lo maravilloso que éste nos ha dado. Reconocer lo grande y lo pequeño, lo fugaz y lo perdurable. No lo mucho, sino lo esencial. No lo tanto, sino lo maravilloso. Te sentirás pobre no por lo poco que tengas, sino por lo mucho que esperes y exijas a la vida. Entre más ambicionamos más pobres seremos, pues no todas las cosas fueron hechas para uno. La riqueza verdadera está en reconocer y valorar lo poco y lo dulce que la existencia nos otorgue. Agradece, por tanto, todos los instantes de tu vida. Puedes poseerlo todo con la sabiduría del corazón. La riqueza del humano está en lo que ama. El mayor tesoro es el que está en nuestro corazón. La fortuna de tus profundidades nadie puede robarlas ni comprarlas. Agradece la dicha de ver un amanecer, pues un día ya no lo verás.
Llevo tu corazón conmigo (lo llevo en mi corazón), nunca estoy sin él (a donde yo vaya, vas tú, mi amor; y lo que sea que yo haga, sólo es gracias a ti, cariño). Miedo al destino no tengo (porque tú eres mi destino, dulzura), no necesito el mundo (porque eres hermosa, mi mundo, mi fiel), y es que tú eres lo que siempre ha significado la luna y lo que siempre canta el sol eres tú. Este es el secreto más profundo que nadie conoce (esta es la raíz de la raíz y el brote del brote y el cielo del cielo de un árbol llamado vida; que crece más alto de lo que el alma pueda esperar o la mente esconder), y esta es la maravilla que mantiene las estrellas separadas. Llevo tu corazón conmigo (lo llevo en mi corazón).
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